Quizás sea la combinación de una obsesión enfermiza con tipos de letra y el hecho de que su mejor trabajo - en el diseño - pase inadvertido, pero pocos diseñadores gráficos llegan a ser celebridades. Pero, como héroes desconocidos de la vida cotidiana, son los responsables de que los textos sean legibles, los símbolos significativos, y los envases, nítidos y atractivos.

Pero, ¿quiénes son estas personas? ¿Quién pasa una noche discutiendo las virtudes de fuentes sans serif sobre fuentes sans, o se preocupa por qué color de Pantone es el rojo puro, y prefiere estudiar el tipo de letra utilizado del menú antes que los platos?