Los cínicos suelen decir que los restaurantes asiáticos de Barcelona necesitarían colgar afuera, en letras grandes, la comida que se sirve dentro, porque sólo comiéndola, no tendrás ni idea.

Suena fuerte, ¿no?. Para mí, personalmente, tiene un encanto perverso: que puedas entrar a un "restaurante japonés " y aprender que alitas de pollo, rollos de primavera y won tons son ahora alimentos básicos japoneses. Eso, por lo menos, es lo que te van colocando en la cinta transportadora.

En el nuevo restaurante de Ly Leap, en Muntaner, no dejaron nada al azar. Para empezar, mantiene "Indochine" en su nombre, igual que el original de Aribau. Pero es la decoración la que pone el remache: mientras en el original, piensas que has llegado a una floristería con una cocina maravillosa, aquí por lo menos tropiezas con un auténtico jardín del Sudeste Asiático.