Siempre me ha inquietado pagar ayuda cuando ésta tiene un nombre y una cara. Me hago creer que los hoteles mágicamente se limpian por sí solos, pero en casa limpio y ordeno para que esté todo impecable cuando llegue la señora de limpieza.

Sentimientos de culpabilidad, quizás, o una preocupación obsesiva de qué pensará la gente. Pero heme aquí, incapaz de coger un taxi para tiradas cortas, para que el taxista no piense que soy un perezoso o para que no pierda una carrera más larga, o de pedir a un ayudante que me traiga café, porque es una tarea un poco degradante.

Así que me suena prometedor TimeSavers, un nuevo servicio de conserjes que se puede manejar por email o teléfono. Además de tareas estándares como reservas o personal shopper, también te pueden pasear y alimentar al perro (por lo menos los de cuatro patas), decorar tu casa o propiciarte un cambio de imagen.