El día de la Marmota fue oficialmente el lunes, pero ya me sentí como Bill Murray en "Atrapado en el tiempo" tres días antes al pasarme el viernes por la inauguración de Danzatoria en el World Trade Center. Otro intento de hacer funcionar ese nombre en otro lugar, otro intento de hacer funcionar una discoteca en ese lugar.

Por eso, aunque termine doblando mis rodillas el próximo viernes noche en lo que normalmente no entendería por diversión - si uno se arrodilla en una fiesta es para algo que mole - me apunto igual por la novedad del concepto. Sobre todo porque involucra al quizás más curioso de los deportes olímpicos de invierno.

Hablo de la fiesta Curling en Be & Artist, que combina Djs, copas y, sí, el paso de piedras sobre el hielo. Si no estás familiarizado con el curling, es más o menos como la petanca sobre agua congelada. Con escobas. Y menos ancianos.

Quizás no te enganchará, pero, con todo el mundo arrodillado y barriendo, te aseguro una cosa que no se ve todos los días: verás más huchas en una sola noche que un ahorrador mezquino en toda su vida.