Aunque escribo para una revista digital, no soy ninguna tecnóloga. Así que cuando me topé con un grupo de delegados al World Mobile Congress, de mediana edad y en trajes baratos, debatiendo las virtudes de Windows Mobile 6.5, ya eché de menos los modernos alemanes y las víctimas de la moda italianas del Bread & Butter.

Pues, ahora que no volverá B&B, estoy bien consciente de que deberíamos estar muy agradecidos de que venga esta gente del WMC. Y en un esfuerzo por empatizar con ellos, esta semana he tratado de abrazar un poco más las tecnotendencias.

Pero vaya si es difícil. Ese rollo del Twitter simplemente no lo entiendo (¿me sigues?). Y después de eliminar las cosas que de manera rotunda no pondría ("18. En el cole me conocían por rellenar el sujetador"), estoy atascada en el número 12 de aquella lista de 25 cosas aleatorias sobre mí en feisbuk.

Puede que haya encontrado un buen elemento para la lista gracias a Wallpeople este sábado. Invitan a todos a traer una foto, que formará parte de un mosaico fotográfico gigante.